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El Camino del Autoconocimiento o la Curiosidad Personal

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¿Dirías que tu vida está alineada con tu propósito o todavía estás definiéndolo? No te preocupes, esta búsqueda no tiene fin. Quizá ni siquiera te hayas planteado la cuestión, por tanto, empecemos por el principio. ¿Qué es lo contrario a una vida sin propósito? Una vida vacía. A nadie le gusta pensar que la suya lo sea, por eso el primer escollo a salvar es el de la sinceridad con uno mismo. Empezar el camino del autoconocimiento.

Para ello hay que poner en acción esa clase de curiosidad con la que aflora nuestra naturaleza, las zonas de sombra y las heridas que debemos de sanar para una mejor relación con nosotros y con los demás. La curiosidad personal te lleva a conocerte y, en un paso más elevado, a indagar la esencia de esto que llamamos vida.

El despertar es un logro de la curiosidad interior

Busca a qué te aferras en tu vida y esa será la primera pista en tu camino de introspección, porque con demasiada frecuencia las personas anclamos nuestra seguridad fuera de nosotros mismos. Despertar, o lograr un insight como dicen en inglés, es uno de los logros de la curiosidad interior.

Las preguntas adecuadas nos ayudan a descubrir el sentido de la vida.

Te sugiero que te hagas preguntas poderosas, tal y cómo hace la doctora Dra. Paloma Fuentes, que es la primera Gerente de la Felicidad en una empresa española (Mahou-San Miguel):

  • ¿Qué es para ti una vida feliz?
  • ¿Qué tendría que suceder para que la tuya lo fuese?

O como Sri Prem Baba psicólogo brasileño reconvertido en gurú del amor a través de su movimiento Awaken Love (despertar el amor), que ha establecido un método de crecimiento basado en dos pilares: uno la meditación y otro el autoconocimiento o la curiosidad personal.

La pregunta más importante que debemos hacernos, según Prem Baba es:

¿Qué he venido a hacer a este mundo más allá de ser ………… puntos suspensivos? Y escribe en dichos puntos lo primero que te venga a la cabeza cuando pienses sobre ti: ¿Abogado? ¿Maestra? ¿Padre o Madre? ¿Esposa? …

No es una respuesta fácil, en especial si te alejas de los lugares comunes; si eres capaz de prescindir de las máscaras bajo las que nos emboscamos y te lanzas a bucear en ti. Pero las preguntas que inspira la curiosidad son vitales para trascender del hacer al estar, y de ahí al ser.

Aprende a distinguir entre el hacer, el estar y el ser.

Buena parte de las personas con las que interactúo durante el día se sitúan en el hacer y si bien el hacer nos vuelve productivos, también nos aleja de nuestra presencia. ¿No te sucede que, a veces, cuando preguntas a alguien “Oye, ¿cómo estás? ¿Qué tal todo? ¿Cómo te va?”, la respuesta sea algo parecido a “Muy bien, trabajando mucho. Me han encargado un nuevo proyecto y no paro” En realidad, no has preguntado qué estás haciendo hoy sino cómo te encuentras, pero compartir nuestra emocionalidad con los demás nos turba. Nos muestra vulnerables.

  • El HACER alude a las cosas, el ESTAR a nuestras emociones y el SER a nuestra esencia.
  • El ESTAR y el SER también es confunden: el estar es pasajero; en cambio la cualidad del ser corresponde a nuestra identidad. A la piedra angular de lo que somos.

Nuestras emociones son transitorias, no son estables, yo SOY con independencia de cómo me sienta.

Cuando adjudicas a tu SER cualidades de tu ESTAR puedes perpetuar tus emociones en tu propio carácter y no parece saludable. Si digo “soy muy despistada” asumo que la distracción es parte de mí, cuando lo más probable es que solo me comporte de esa manera a veces, en especial si tengo muchas cosas en mi cabeza al mismo tiempo. Lo correcto sería decirme: “Hoy, Teresa, estás siendo más despistada que de costumbre”.

No hay que estudiar psicología para adentrarte en el conocimiento personal. Solo tener hambre por saber y unas ganas locas de sacar lo mejor de ti.

Conocer tu propósito otorga felicidad y plenitud.

La auto exploración no es un camino fácil, sin embargo, la búsqueda de sentido a la vida nos proporciona una base segura y sólida.

No obstante, no existe un plan, el crecimiento personal no posee un conjunto de reglas infalibles. Cuando me preguntan sobre esto mi respuesta es sencilla: hazte preguntas porque estas son el camino que abrirán tu interior.

El sentido de la vida nos permite entender a dónde ir y qué tenemos que hacer en los momentos difíciles y llegamos a él gracias a las grandes preguntas que solo nosotros nos podemos hacer cuando estemos preparados/as para formulárnoslas

A veces podemos hallar inspiración en un libro, en la naturaleza, en esos pequeños detalles de la vida diaria. Todo contribuye a dar sentido a nuestro mundo. Conocer tu propósito te otorga felicidad y plenitud.

¿Comprendes ahora que las preguntas son el medio y el camino? ¿Entiendes que ellas te desvelan aspectos de ti en los que antes no habías reparado? No tienen fin. Cada una lleva a la siguiente, no lo olvides.

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